Mal de altura
MAL DE ALTURA
Simplificándolo, podemos definir la presión atmosférica como el peso de una columna de aire sobre una superficie. Esta presión viene originada por el peso de los gases que la constituyen y que se comprimen bajo su propio peso. Los gases de la parte inferior de esa columna soportan más peso que los que están arriba, y portanto están más comprimidos, mientras que los de la parte superior soportan menos presión, y se mueven con más libertad. Una característica de los gases es que sus moléculas tienden a ocupar el espacio que las contiene. Dicho de otra manera: las moléculas están más apretadas, más juntas, en la parte inferior (mayor presión), mientras que en la parte superior, es decir, a mayor altura, se mueven con más libertad, ocupando más espacio (menor presión).
Como referencia se considera presión normal la que hay a nivel del mar y es a la que nuestro organismo está mejor adaptado, ya que con ella nacemos y vivimos la mayoría de las personas.
En cada inspiración, a nivel del mar, introducimos en nuestro cuerpo una cantidad determinada de gases (fundamentalmente oxígeno), mientras que en altura esa misma inspiración nos hará absorber menos gases, y por tanto menos oxígeno. Aquí radica el problema.
A medida que ascendemos la presión disminuye y nuestro organismo necesita aclimatarse, que no es otra cosa que adaptarse a la nueva situación, y esa adaptación necesita tiempo. No pasa así en el caso de los aviones porque sus cabinas van presurizadas, es decir, que mantienen una presión próxima a la que tenemos al nivel del mar.
Hay personas que se adaptan mejor a la nueva situación, mientras que otras suelen requerir más tiempo, o no lo consiguen. Lo normal es que entre las personas que viajan a grandes alturas, entre un 20% y un 40% presenten síntomas de mal de altura.
Para que os déis una idea:
- 2.840 metros tenemos un 71% del oxígeno que habría a nivel del mar.
- a 3.440 metros bajaría a un 66%.
- a 4.280 metros desciende a 59%.
- Sobre los 5.000 metros tendremos aproximadamente la mitad, es decir un 50%.
Podemos resumir diciendo que el mal de altura es la consecuencia de la disminución de oxígeno en el aire que respiramos.
En la siguiente sección vamos a ver como minimizar la aparición del mal de altura, haciendo auténtica medicina preventiva.